[Quincenal de cultura (1929-1930)]
DIRECTOR: Alfonso Gutiérrez Hermosillo
GERENTE FUNDADOR: Agustín Yáñez
DOMICILIO: calle de Jacobo Gálvez 45, Guadalajara, Jalisco
PERIODICIDAD:
Con ilustraciones
Bandera de Provincias nace en mayo de 1929 como un "quincenal de cultura". La iniciativa estuvo a cargo de un grupo de incipientes escritores y artistas en general, que realizaba reuniones sabatinas en la casa de Agustín Yáñez en Guadalajara.
Yáñez, con más experiencia que el resto del grupo, propuso la creación de un periódico literario cuyo nombre habría de expresar la inquietud de un universo regional en el interior de la República; se decidió entonces denominarlo Bandera de Provincias.
En la presentación de la revista, Alfonso Gutiérrez Hermosillo escribe sobre el deseo de reunir a los jóvenes de los estados de la República. Se pide sólo interés estético e inquietud.
Los creadores de esta publicación manifestaron, en el primer número, pertenecer a un grupo denominado "el grupo sin número y sin nombre". Sus principales miembros fueron Agustín Yáñez, Esteban A. Cueva, Alfonso Gutiérrez Hermosillo, José G. Cardona Vera y Emmanuel Palacios.
Inicialmente, la dirección estuvo a cargo de Gutiérrez Hermosillo. Posteriormente, los números aparecen coordinados indistintamente por los miembros del grupo. Se editaron 24 números de Bandera de Provincias y, según Emmanuel Palacios, se cumplió con el cometido: apoyar a la tierra propia.
Se recibieron colaboraciones de varios estados, como Veracruz, Sonora, Zacatecas y Colima, así como de diversos municipios del estado de Jalisco.
Esta agrupación estableció relaciones con los Contemporáneos*, por lo que en Bandera de Provincias se incluyeron colaboraciones de miembros de este grupo.
Cada ejemplar de Bandera de Provincias tuvo de cuatro a ocho páginas en gran formato. La sección "Índice" del primer número se convirtió en ""Examen de libros" a partir del número 2.
[(1931-1932)]
EDITORES: Octavio Paz, Rafael López Malo, Salvador Toscano, Arnulfo Martínez Lavalle
DOMICILIO: Guerrero 75
PERIODICIDAD: mensual
Con ilustraciones
La revista Barandal fue fundada por un grupo de estudiantes de la Preparatoria Nacional: Octavio Paz Lozano, Rafael López Malo, Salvador Toscano y Arnulfo Martínez Lavalle.
Fue un proyecto común. No se establecieron jerarquías. En el directorio aparece un equipo editorial con los nombres de los cuatro incipientes intelectuales. El primer número de Barandal apareció en agosto de 1931 y el último en marzo de 1932. Con las escasas ganancias de ventas y publicidad y sin subsidio alguno, se lograron siete números.
El grupo siguió unido alrededor de una publicación posterior, Cuadernos del Valle de México*, pero sólo Paz permaneció en las letras, primero con poesía y después con ensayo. Los demás, hijos todos de destacadas personalidades del México de ese tiempo, se retiraron del ámbito editorial. Años más tarde, Octavio Paz y otros jóvenes escritores conformaron la Generación de Taller*, relacionada con la revista del mismo nombre.
La revista Barandal no presentó declaración de principios. Al parecer, su objetivo consistía en publicar ensayo y literatura. Contenía lo mismo poemas que pequeños artículos sobre temas políticos o sociales.
Además de los números habituales de Barandal, se publicaron cinco suplementos o plaquettes. El grupo eligió algunos autores de su preferencia: de Carlos Pellicer se imprimió un suplemento con el título "5 Poemas"; de Xavier Villaurrutia, "Dos Nocturnos"; de Salvador Novo, un trozo de su novela incompleta Lota de Loco; de Manuel Moreno Sánchez se publicó "Notas desde Abraham Ángel", y de Manuel Rodríguez Lozano, una plaquette titulada "Óleos", que contiene diversas obras pictográficas.
La estructura general de la revista permaneció intacta durante los siete números. La primera parte, titulada "Índice", contenía creación literaria de diversos autores, pequeñas narraciones y poesía. La segunda parte se llamó "Temas" y se publicaban en ella ensayos o notas sobre científicos, investigadores y pensadores de todos los tiempos. Dentro de esta sección se encuentran escritos de Einstein ("Lo que yo creo") y de Paul Valéry ("A Juan Ramón Jiménez").
La tercera parte de la revista se denominó "Notas" y fue una sección permanente. Consistió en diversos comentarios sobre escritores y se presentaba sin rúbrica.
[Órgano del Instituto Nacional de Bellas Artes (1956-1957)]
DIRECTOR: Jorge Ramón Juárez
JEFE DE REDACCIÓN: Miguel Guardia
DOMICILIO:
PERIODICIDAD: irregular
Con ilustraciones
En 1952, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBA)* había dejado de publicar la revista México en el Arte*, primer medio impreso abocado a la difusión de sus actividades.
En 1955 se pensó en la posibilidad de publicar una nueva revista que cubriera el vacío generado por la desaparición de México en el Arte.
Fue así como en enero de 1956 salió a la luz el primer número de Bellas Artes. A propósito de la urgencia por un nuevo órgano de difusión que agrupara las actividades del Instituto, Miguel Álvarez advierte en la presentación de la revista sobre la urgencia de presentar un nuevo órgano de difusión de las manifestaciones artísticas de lo mexicano.
La calidad de la revista antecesora, México en el Arte, era considerada insuperable para la época. No sería el caso de la nueva publicación, la cual carecería de excelencia editorial, debido a los costos que esto implicaba.
La revista incluyó comentarios sobre las diversas artes que conjunta el Instituto. Se realizaron amplios reportajes sobre danza, teatro, artes plásticas, arquitectura y literatura.
Aparecieron siete números de Bellas Artes a lo largo de dos años. En 1956 se publicaron cuatro números de manera irregular. En el siguiente y último año, el tiraje fue bimestral. A pesar de no tener calidad de excelencia, el gran formato de Bellas Artes y la profusión de ilustraciones la hacen particularmente atractiva. Contiene gran variedad de ensayos y artículos, numerosas fotografías de celebridades del arte y, aunque menos abundantes, buenas reproducciones de pinturas de autores mexicanos y extranjeros. Se incluyen comentarios sobre las obras de José María Velasco, Diego Rivera, Courbet, Francisco Goitia y Rouault, entre otros.
También presenta secciones fijas, abocadas al tema que refieren: "Cartelera Teatral", "Guía de Exposiciones", "Discografía" y "Efemérides". Ninguna de ellas aparece firmada.
Está localizada al costado norte de la Torre de Rectoría, en la explanada central del campus de Ciudad Universitaria. El proyecto fue realizado por Gustavo Saavedra, Juan Martínez de Velasco y Juan O’Gorman (quien pintó los murales de la fachada) y la construcción se llevó a cabo entre 1950 y 1951. Es conocida popularmente como la "cajita de Olinalá", debido al abigarrado encaje de imágenes (realizado con mosaicos de piedra de colores naturales) que adorna al edificio.
La biblioteca cuenta con un acervo cercano a los 400 mil volúmenes, además de 190 mil tesis escritas por universitarios y alumnos de escuelas incorporadas a la UNAM, desde 1914 a la fecha. Tiene una colección de publicaciones periódicas integrada por cerca de 3,500 títulos y con casi 14 mil unidades de material audiovisual; su acervo reúne materiales de todas las disciplinas del conocimiento y cuenta con un departamento de restauración, adquisición, procesos técnicos y producción de libros. Los acervos referentes al campo de humanidades y literatura se hallan en el primer piso del edificio.
[(1990- )]
DIRECTOR: Jaime García Terrés
COORDINACIÓN EDITORIAL: Jaime Moreno Villarreal y Juan Villoro
CONSEJO DE REDACCIÓN: Fernando Alvarez del Castillo, Gerardo Deniz, Julio Hubard, Manuel Porras, Bernardo Ruiz, Rafael Vargas
DOMICILIO: Plaza de la Ciudadela 4, Centro Histórico, México, D. F
PERIODICIDAD: bimestral
Con ilustraciones
La revista nace auspiciada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA)*. Su número 0, correspondiente a noviembre-diciembre, se abre con un texto titulado "Nuestros primeros pasos", donde se habla de los obstáculos con que el lector, el estudiante o el investigador se estrellan, debido al descuido del patrimonio cultural del país. El interés de la publicación está en atender y difundir obras inasequibles, documentos raros o inéditos. La revista se propone también rescatar el acervo perdido, desde luego, sin descuidar lo literario.
La sección titulada "El ratón" se halla dispuesta en columnas a lo largo de tres o cuatro páginas nones. La columna trata temas diversos de interés literario o cultural.
La publicación le da preferencia tanto a los textos sobre literatura, como a la creación: poemas o textos inéditos de grandes autores. Hay números que le otorgan especial atención a un autor o tema. En el número 23-24 se incluye un índice general de los números publicados.
Debido a la muerte del poeta Jaime García Terrés, la dirección de la revista pasó a manos de Eduardo Lizalde.
La Biblioteca de México fue fundada en 1944. El primer director de este centro fue José Vasconcelos. Hasta hace unos años, compartía instalaciones, en la Plaza de la Ciudadela, con las Secretarías de la Defensa Nacional y de Gobernación.
En 1987, la Secretaría de Educación Pública (SEP)* dispuso la reconstrucción y remodelación del edificio. Esta obra fue encomendada al arquitecto Abraham Zabludovsky y estuvo bajo la supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
En 1988, la Biblioteca pasó a depender del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA)*, con un acervo de 500,000 volúmenes, distribuidos en seis salas: dos generales, una de colecciones especiales, una de consulta, una infantil y una para invidentes.
En las salas generales se encuentran obras de filosofía, religión, ciencias sociales, ciencias exactas, tecnología y bellas artes, literatura, historia, geografía medicina, arquitectura, ingeniería y administración. En la sala de colecciones especiales se localizan materiales bibliográficos y hemerográficos del archivo, valiosos por su temática, antigüedad o rareza.
La sala infantil contiene aproximadamente 10,000 volúmenes, destinados a niños entre 5 y 12 años, con libros de estudio, recreativos, de consulta, revistas infantiles y un archivo. En esta sección se organizan talleres infantiles y juegos, con el objetivo de fomentar la lectura.
La sala de consulta general cuenta con diccionarios y enciclopedias y un archivo en el que se agrupa la información de periódicos, dibujos, mapas, folletos.
En esta Biblioteca se encuentran los acervos de Carlos Basave, Antonio Caso, Roberto Valles, Felipe Teixidor, José Juan Tablada y Jesús Reyes Heroles, además de los Fondos Conventuales, integrados por obras de los siglos XVII y XVIII que pertenecieron a los principales conventos de mercedarios, agustinos, carmelitas y franciscanos de México.
En 1994 se iniciaron en la Biblioteca dos proyectos: El Fondo México y la catalogación del Fondo Reservado. El primero consiste en la formación de una colección de cerca de 20,000 volúmenes sobre México, con obras escritas por mexicanos o extranjeros. Son prioritarias en este proyecto las áreas de historia, arte y literatura. El Fondo México se conformará con los materiales seleccionados de los textos existentes en la Sala de Colecciones Especiales. La sala para este Fondo ha sido diseñada por el arquitecto Francisco Pérez Salazar.
El Fondo Reservado es un acervo que forma parte de la Sala de Colecciones Especiales. En este fondo se resguardan las obras más valiosas, únicas o singulares, con valor histórico o bibliográfico inestimable, incunables europeos o mexicanos, ediciones príncipe, libros que pertenecieron a la biblioteca privada del erudito Joaquín García Icazbalceta, sermones y catecismos, entre otros.
La Biblioteca de México organiza y promueve diversas actividades culturales; cuenta con sus propios espacios para exposiciones, cine club, conferencias, conciertos, mesas redondas y obras de teatro. Desde 1990 aparece patrocinada por ella la revista Biblioteca de México*
En 1833, José María Luis Mora propuso la creación de una biblioteca nacional. Sin embargo, al caer la administración liberal de Valentín Gómez Farías, esta idea quedó suspendida. Un segundo intento ocurrió en 1846, gracias a José María Lafragua, pero a causa de la situación conflictiva del país, la idea tampoco se realizó.
No fue hasta el 30 de noviembre de 1856, cuando el presidente Ignacio Comonfort expidió un decreto que proyectaba la creación de la Biblioteca Nacional. El 21 de septiembre de 1857, un nuevo decreto cedía el edificio de la Universidad, sus libros y sus fondos a la Biblioteca Nacional.
La biblioteca se estableció en lo que había sido la Universidad. Se nombró director a José Fernando Ramírez y se propuso que todos los tipógrafos de la capital tendrían el deber de entregar a la biblioteca dos ejemplares de cualquier obra que publicaran. Además, debido a la desamortización y confiscación de bienes eclesiásticos, se recopilaron todas las obras y bibliotecas de corporaciones y comunidades religiosas. Cabe mencionar los fondos del Convento de Santo Domingo, de la Profesa, de la Merced, de San Agustín, de San Pablo, del Carmen, etcétera.
Durante el Imperio, Maximiliano manejó inadecuadamente la biblioteca, y se extraviaron numerosos volúmenes; ésta fue clausurada y sus libros encajonados.
En 1867 se restableció la República y el 30 de noviembre se expidió el decreto que reabría la biblioteca. Se nombró como director a José María Lafragua y se eligió la antigua iglesia de San Agustín para instalar los libros. En 1880 se nombró a José María Vigil director de la institución.
La Biblioteca Nacional fue inaugurada el 2 de abril de 1884. El edificio del viejo templo de San Agustín, ya adaptado, constaba de un salón principal -consagrado a los lectores- con 16 estatuas de grandes autores de la literatura y del pensamiento universales. Para entonces, la biblioteca ya contaba con cerca de 200 000 volúmenes. En 1885, Porfirio Díaz expidió el primer "Reglamento de la Biblioteca Nacional de México", y en 1899, a iniciativa de Francisco del Paso y Troncoso, se creó el Instituto Bibliográfico Mexicano como parte integrante de la biblioteca. Su misión fue formar la bibliografía general de México. Este Instituto desapareció en 1909 por falta de presupuesto y se restableció en 1959.
En 1900 la biblioteca recibió los 9 350 volúmenes del millonario Mier y Celis. En ese mismo año se recibió también la biblioteca de Guillermo Prieto, con 4 931 libros. Se compró una gran cantidad de colecciones a diversos particulares. Cabe destacar que las dos obras más antiguas que posee la Biblioteca Nacional son el Tractatus de Censura, del arzobispo San Antonino, que parece datar de 1471, y un Sermonario, de Roberto Lilio, de 1472.
En 1904 se inició la publicación de un boletín informativo, cuya primera época concluye en 1929. José María Vigil abandona el cargo de director en 1909 y el presidente nombra a Francisco Sosa. Durante la administración de Luis G. Urbina (1913-1914) se creó el Departamento de Biblias y sus Comentaristas. En 1915, la institución se hallaba en un estado lamentable, por lo que se inició su reorganización general. Durante este año fungieron como directores Martín Luis Guzmán y Agustín Loera Chávez.
En 1929, con la autonomía de la Universidad, el gobierno puso a la biblioteca bajo el amparo de esta casa de estudios. Durante la administración de Enrique Fernández Ledesma (1929-1936), la biblioteca enriqueció su acervo y publicó textos de investigación sobre sus propios volúmenes, como la "Relación de obras encuadernadas" (1931). José Vasconcelos ocupó la dirección de la biblioteca de 1941 a 1947. Durante su gestión se creó la Hemeroteca Nacional, inaugurada oficialmente el 28 de marzo de 1944. Posteriormente, siendo director (por segunda vez) Juan B. Iguíniz (1947-1956), se modernizaron los sistemas de catalogación y clasificación.
A principios de los años cincuenta, el antiguo templo de San Agustín sufrió un hundimiento. Por ello fue preciso vaciar la biblioteca en 1952, poner en cajones el acervo y abandonar el inmueble. Ya reparados los daños más importantes, ésta se reabrió en 1957. Pero no fue hasta 1963, bajo la dirección de Manuel Alcalá (1956-1965) cuando la biblioteca se reinauguró oficialmente.
Durante la gestión de Ernesto de la Torre Villar (1965-1978), se crea el Instituto de Investigaciones Bibliográficas, dependiente de la Coordinación de Humanidades, con el objetivo de dirigir y coordinar las labores de la Biblioteca y Hemeroteca Nacionales.
En 1979, al conmemorarse el cincuentenario de la autonomía universitaria y siendo directora de la biblioteca María del Carmen Ruiz Castañeda, la Universidad dotó a la institución de un nuevo edificio, en el Centro Cultural Universitario, donde también se ubicó la Librería Julio Torri (véase Librerías Universitarias*) y otras instituciones culturales. No obstante, el "Fondo Reservado" permaneció en el edificio de San Agustín.
La inauguración oficial del nuevo edificio tuvo lugar el 3 de diciembre de 1979. Durante la gestión de José Guadalupe Moreno de Alba, iniciada en 1991, se construyó un nuevo edificio, anexo al de la Biblioteca Nacional y unido a éste por un túnel. La finalidad de esta nueva construcción fue trasladar el "Fondo Reservado" para salvaguardar el material bibliográfico y hemerográfico más antiguo y valioso de nuestro país, mismo que asciende aproximadamente a 200000 volúmenes. El nuevo local, inaugurado a fines de 1992, cuenta con un "Acervo de colecciones especiales", el "Fondo de origen" y la "Hemeroteca", con periódicos y revistas anteriores a la primera década del siglo XX.
El acervo de la Biblioteca Nacional es considerado como uno de los más valiosos de América Latina. En 1979, se calculaba en 1 500 000 volúmenes, 60000 manuscritos, 4000 libros en Braille y 20000 horas de televisión, además de discos y cassettes, estampas e imágenes, mapas, entre otros. (Véase también Biblos*).
En 1942 fue establecida en la calle de Londres, en la ciudad de México, la matriz de esta biblioteca, como un gesto de amistad del pueblo de los Estados Unidos al pueblo de México. Su finalidad consistió en estrechar los vínculos entre ambos países. Su acervo, auspiciado por el Servicio de Información de los Estados Unidos, incluye varias ramas de las ciencias y de las disciplinas humanísticas.
Entre los servicios que proporciona esta biblioteca, y sus distintas sucursales en el país, se encuentran el préstamo a domicilio a personas registradas en sus archivos, la información sobre los Estados Unidos, el préstamo interbibliotecario (sobre todo de la Biblioteca del Congreso, de Washington), una sección de micropelículas y una sección para niños.
[Boletín semanal de información bibliográfica publicado por la Biblioteca Nacional (1919-1922; 1925-1926)]
El primer número de este boletín aparece el 18 de enero. Abre con un texto titulado "Nuestra publicación", donde se plantea el programa que se propone realizar la Biblioteca Nacional*. Se afirma, en él, que la Dirección de la Biblioteca creó este boletín con el objeto de popularizar los conocimientos bibliográficos, informar con juicios expositivos sobre las nuevas adquisiciones y difundir las figuras más prominentes dentro del campo de las ciencias y de las letras.
La publicación contó con diversas secciones, como "Bibliografía" o "Notas bibliográficas", donde se hacían comentarios críticos de obras; "Publicaciones recibidas", que incluía fichas de libros y hemerográficas; "Escritores mexicanos contemporáneos", con biografías, y "Joyas bibliográficas de la Biblioteca Nacional".
Biblos le dio mucho énfasis a la cuestión libresca, con la exposición de temas como "Los incunables", "Los libros en la antigüedad", "Las bibliotecas en la antigüedad" y "La bibliomanía". También se publicaron textos por entregas, como "Vocabulario de términos bibliográficos", "La Biblioteca Nacional de México", y "La Biblioteca Nacional", etcétera.
En 1922, Biblos completó cuatro tomos, con 199 números. Tres años después se reinició su publicación, pero se editaron menos de cincuenta números.
[(1985- )]
DIRECTOR: Eduardo Mosches
SECRETARIO DE REDACCIÓN: Felipe Vázquez
CONSEJO DE REDACCIÓN: Jaime Avilés, Alain Derbez, Margarita Pinto, Miriam Ruvinski y Guillermo Samperio
DOMICILIO: Apartado postal 21-063, C.P. 04000. México, D.F.
PERIODICIDAD: Trimestral
Con ilustraciones
El nombre de la revista expresa el deseo de transmitir la idea de que toda meta a realizar por el ser humano, conlleva la intencionalidad de cambio permanente al ser llevada a cabo.
El primer número salió en agosto de 1985. Hasta mediados de 1998 se publicaron 76 números.
La política editorial es la de realizar números monográficossobre la literatura de países como Argentina, Cuba, Chile, Angola, Israel, Alemania, Austria, Suiza, Brasil y España. Además, se han realizado números monográficos sobre temas como la novela policiaca en América Latina, literatura indígena mexicana y americana, ciencia ficción mexicana, la literatura y la Ciudad de México.
En el interior de la revista se han anexado dos suplementos literarios: "Voces interiores", dedicado a la joven literatura de los Estados de la república, y "Del otro lado", que trata sobre la Literatura chicana*. La publicación cuenta con secciones de poetas y narradores inéditos, de reseñas de libros, de ensayo corto, etc.
Blanco Móvil consta de dos épocas. El Consejo de redacción de la segunda época se halla integrado por Gerardo Amancio, Oscar de la Borbolla, Juan Carlos Colombo, Christopher Domínguez, Beatriz Escalante, José María Espinasa, Samuel Gordon, Gabriel Macotela, Eduardo Milán, Una Pérez Ruiz, Raúl Renán, Bernardo Ruiz, Guillermo Samperio, Esther Seligson, Aralia López, Daniel Sada y Juan José Reyes.
Grupo literario fundado en la ciudad de Puebla en 1942. Su primer presidente fue el yucateco Domingo Couoh Vázquez. El grupo se constituyó en Asociación Civil en 1947. Entre sus principales actividades destacaron la realización de recitales poéticos, conferencias, exposiciones, promoción y patrocinio de revistas, así como la publicación de la revista Bohemia poblana, órgano del grupo, cuyo fundador-editor fue Enrique Cordero y T. Con domicilio en avenida 8 poniente 501, la revista contribuyó durante varias décadas a la difusión de la cultura. Publicó gran cantidad de textos sobre Puebla: su música, su historia y su literatura, entre otras cosas. En su número 18 apareció el "Álbum de la Bohemia Poblana", con la síntesis de las labores del grupo hasta 1944. El número 29 del año III (abril de 1945) contiene un texto titulado "Nuestro tercer aniversario", donde se sintetizan, mes por mes, las actividades del grupo y los contenidos de su órgano.
La revista tuvo una larga duración y fue aumentando de calidad. Ya en los años 70 había reducido su tamaño. Algunos números fueron de carácter monográfico. En el número 378 (julio de 1976) aparece Enrique Benítez como presidente honorario Vitalicio; Enrique Cordero como presidente ejecutivo; Leopoldo Sánchez como vice-presidente, y Rigoberto Cordero y Bernal como secretario. El número de septiembre de 1977 homenajeó al impulsor de la cultura en Puebla Enrique Benítez Reyes, muerto en agosto de ese año.
Entre los muchos colaboradores de la publicación, se encuentran Germán List Arzubide, Enrique Gómez Haro, Agustín Haro y T., Justino N. Palomares, los miembros honorarios David López Alonso y Manuel Neira Barragán, el miembro activo Luis Nava, y Rubén Monjaraz Ovando, quien fungió como jefe de redacción en una época. Entre los directores, cabe señalar a José María Cordero y Bernal.
[(1956-1961)]
DIRECTOR: León Felipe Camino
DOMICILIO: General Prim 15, México, D.F.
PERIODICIDAD: irregular
El Boletín de Información de la Unión de Intelectuales Españoles dio a conocer su primer número el 15 de agosto de 1956, y nació con el fin de vincular a los intelectuales españoles antifranquistas de todo el mundo.
Aparecieron 14 números del Boletín. La publicación abarcó todos los géneros literarios. En los números 3 y 4, que se publicaron juntos, se anuncia un nuevo domicilio: Morelos 26.
Algunas de sus secciones fueron: "Notas varias", "Arte", "Información de España". Al final de cada entrega se presentaba extensa bibliografía de escritores y artistas españoles del momento, así como de revistas y publicaciones en general.
El Boletín fue gratuito y sobrevivió gracias a las aportaciones de la Unión de Intelectuales Españoles (UIE)*. Su periodicidad fue irregular y el último número apareció en abril de 1961. Dejó de imprimirse por razones económicas.
[Revista de Literatura. (1982-1984)]
DIRECCIÓN: Felipe San José
COORDINACIÓN EDITORIAL: Alberto Adellach, Hernán González
CONSEJO EDITORIAL: Alberto Adellach, Juan de la Cabada, Virgilio Caballero, Poli Délano, Thelma Nava, Felipe San José, Eraclio Zepeda
DOMICILIO: Providencia 922, Planta Baja. México, D.F.
PERIODICIDAD: mensual
Con ilustraciones
La brújula en el bolsillo fue una publicación mensual de la Editorial Espirales, A. C.
En la presentación de la revista, firmada por Felipe San José, se lee que el rumbo que desea seguir la revista se refiere en primer término a lo literario y, en general, al arte. La revista abrió sus espacios a todos aquellos escritores interesados por la problemática social de América Latina.
Aparecieron 17 números de la revista. El primero salió a la luz en septiembre de 1982 y el último en el año de 1984.
Cada número de La brújula en el bolsillo incluye una nota inicial de presentación y comentarios en general sobre los contenidos. A continuación, aparecen publicados artículos y ensayos breves de diversos autores. En todos los números se incluye una entrevista a personalidades de las letras y las artes en general. La publicación se aboca a la poesía, narrativa, teatro y crónica. Contó con la sección "Brújula loca", donde se realizaron reseñas y críticas de libros del mes.
[Suplemento del periódico Excélsior (1985- )]
COORDINADOR: René Avilés Fabila
REDACCIÓN: Jorge Meléndez
ARTE Y DISEÑO: Luis de la Torre
DOMICILIO:
PERIODICIDAD: semanal
Con ilustraciones
El domingo 15 de septiembre de 1985 aparece por vez primera el semanario El Búho, suplemento del periódico Excélsior. Al inicio, el suplemento cuenta con cuatro planas del periódico y se dedica a cuestiones de arte y letras.
En el primer número no se incluye la presentación formal de los responsables del suplemento; aparecen solamente los nombres del director y del gerente del periódico: Regino Díaz Redondo y Juventino Olvera. No obstante, este primer número contiene una breve nota firmada por quien después aparecería como coordinador oficial del suplemento, René Avilés Fabila.
En la nota de presentación mencionada se hace referencia a Cultura al Día, sección diaria del periódico Excélsior, en la que se incluyen comentarios diversos sobre arte y letras, en planas especialmente diseñadas para ello. El Búho, según la nota de presentación, fungirá como la versión dominical de esta sección cultural con tradición de años.
El 17 de enero de 1986, José Luis Cuevas inaugura una columna que conserva hasta la fecha: "Cuevario". Ésta es la más antigua de las secciones o columnas de El Búho. En ella, Cuevas trata diversos temas de arte y cultura en general, y hace comentarios sobre su vida personal.
En el número 21, de febrero de 1986, se publica por vez primera, al final del suplemento, un recuadro con el directorio, donde aparece René Avilés Fabila como coordinador.
En el número 100, del 9 de agosto de 1987, Avilés Fabila publica una nota breve en la que dice que el suplemento se consolida gracias al apoyo del director del periódico y del público lector. Este espacio es, según su coordinador, una posibilidad plural y abierta para el desarrollo de la cultura nacional.
El Búho ha contado con secciones que se inician y desaparecen. Algunas han tenido mayor duración; entre ellas, destaca "Bibliomanía", con comentarios diversos sobre ediciones, iniciada en el número 98, del 26 de julio de 1987, y concluida el 15 de enero de 1989. A cargo de Jorge Meléndez estuvo la sección "Botica", que comenzó en enero de 1989 y terminó en mayo de 1991, con la salida de Meléndez de El Búho.
1989 fue un año significativo en términos de inauguración de secciones: "Hombres y Libros", de Ernesto de la Torre Villar, fue una sección irregular de comentarios sobre libros de diversas épocas. Paralelamente, inició "Los libros de El Búho", con reseñas de ediciones del momento, a cargo de Patricia Morales; fue irregular y no duró mucho tiempo. En mayo se inició "Gerundios y Pleonasmos", a cargo de Manuel Blanco. En agosto del mismo año, René Avilés inicia una sección llamada "Dramatis personae", que aún conserva. En octubre, una sección diferente, lúdica e imaginativa, da comienzo: "La culta polaca" firmada por "Supuesto". Esta sección sigue apareciendo.
Después del número 100 se inicia la publicación de comentarios en la sección "Editorial", siempre en primera plana, donde se abordan distintos aspectos de la creación y de la administración de la cultura. "Issac Asimov" es una sección irregular que trata temas científicos y no aparece rubricada.
En el número 289 cambia el directorio. Se forma un Consejo de Redacción, integrado por Gerardo de la Torre, Jorge Meléndez y Jairo Calixto Albarrán. En el siguiente número, Jorge Meléndez ya no aparece en el directorio.
Con el número 300, de junio de 1991, El Búho anuncia los reconocimientos a los que se había hecho acreedor: "Recibió el Primer Premio Nacional de Periodismo del Club de Periodistas, A.C. y el Premio Nacional de Periodismo de Divulgación Cultural que concede el Gobierno de la República". En el número 343, de abril de 1992, desaparece el nombre de Gerardo de la Torre del Consejo de Redacción y queda únicamente Jairo Calixto Albarrán, quien funge hasta la fecha como jefe de Redacción. En la entrega 386, de enero de 1993, aparecen los nombres de David Gutiérrez Fuentes e Iván Ríos Gascón, quienes colaboran aún hoy en la Redacción.
Hasta diciembre de 1998 se publicaron 694 números.
Universidad Nacional Autónoma México , Instituto de Investigaciones Filológicas
Circuito Mario de la Cueva, Ciudad Universitaria
Delegación Coyoacán, CP: 04510, Ciudad de México. Tel: (55)5622 7493
Desarrollo y administración: Ing. Gerardo Iván Miceli León. ivanmiceli@gmail.com
Diseño: Lic. Mercedes Flores Reyna. mercedes.flores.reyna@gmail.com
Edición de contenidos: Ilse Pamela Guzmán Sánchez ipamelaag@gmail.com
D.R. ®Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Filológicas, 2018
Esta página puede ser reproducida con fines no lucrativos, siempre y cuando no se mutile, se cite la fuente completa y su
dirección electrónica. De otra forma requiere permiso previo por escrito de la institución