RED EDITORIAL IBEROAMERICANA (REI)
RED EDITORIAL IBEROAMERICANA (REI)
ADMINISTRACIÓN: Rosa Galindo
RESPONSABLE DE LA CIRCULACIÓN: Esther Ortega
DIRECTORA FUNDADORA: Beatriz Espejo
REDACCIÓN: Carmen Rosenzweig
CORRECCIÓN: Margarita Peña y Blanca Malo
COORDINADORA: Elsa de Llarena
PUBLICIDAD: Lourdes de la Garza
RELACIONES PÚBLICAS: Thelma Nava
SECRETARIA: Guadalupe de León
DOMICILIO: Patricio Sanz 21. México 12, D.F.
PERIODICIDAD: trimestral
Con ilustraciones
El propósito de la revista -expuesto por su directora, Beatriz Espejo, en la sección "Editorial"- consistía en ofrecer oportunidad a nuevos escritores que presentaran buena calidad.
Durante los primeros dos años de vida de la revista se publicaron sobre todo textos de creación (relatos, prosa poética y poesía) tanto de autores reconocidos como de escritores jóvenes; pero desde mayo de 1963 aumenta la publicación de artículos y ensayos literarios. En el número 8, de mayo de 1963, se hacen explícitas esas modificaciones y se dice que la meta de la revista es publicar ensayos de fondo y artículos sobre arte, además de textos de creación de excelente factura.
A partir de la entrega de noviembre de ese mismo año, el puesto de director único desaparece y se crea un Consejo directivo integrado por la propia Beatriz Espejo, Carmen Rosenzweig, Margarita Peña, Blanca Malo, Elsa de Llarena, Lourdes de la Garza y Carmen Andrade, que se mantendrá hasta septiembre de 1966 (número 17), fecha de inicio de la segunda época.
Durante la primera época se publicó, además de la sección "Editorial" (generalmente firmada por Beatriz Espejo o por Carmen Rosenzweig, encargada de la Redacción), la sección "Rehilete", que incluía comentarios, notas informativas sobre diversas actividades culturales (pintura, música, teatro, artes plásticas) y reseñas de libros de reciente aparición, en su gran mayoría rubricadas por el grupo de mujeres fundadoras de la revista (esta sección se incrementa a partir de junio de 1962). En febrero de 1964, la sección "Rehilete" es sustituida por "Regileras I" (dedicada exclusivamente a reseñas de libros) y "Regileras II" (dedicada al análisis de otras revistas literarias). Más tarde, las dos secciones se fundirán en "Regileras".
La segunda época (septiembre de 1966 a enero de 1970) trae consigo algunas modificaciones: la Dirección está integrada por Rosenzweig, de Llarena y Andrade (en marzo de 1967, se agregará a éstos el nombre de Margarita López Portillo); se retoma la idea original de publicar textos de creación y disminuyen considerablemente los ensayos y artículos sobre literatura; también aumenta el espacio dedicado a las traducciones; la sección "Regileras" es sustituida por "En torno de rehilete", en la que se incluyen reseñas, notas y noticias sobre libros recientes. En octubre de 1967 se agrega la sección "Lecturas y notas", a cargo de José Manuel Díaz, que se conservará hasta el inicio de la tercera época.
Abril de 1970 (números 30 y 31) marca la tercera y última época de El Rehilete, cuya dirección quedó a cargo de Elsa de Llarena y Carmen Rosenzweig; se crea un Consejo de redacción integrado por Mariano Flores Castro y Mario del Valle (quienes en el último número pasan a formar parte de la Dirección); desaparecen las secciones fijas y la revista se vuelve monográfica, con números dedicados a los talleres literarios o a poetas jóvenes y desconocidos de habla española residentes en Estados Unidos de Norteamérica. La última entrega (abril de 1971, números 35 y 36) celebra el décimo aniversario de la revista e incluye textos de los escritores que colaboraron con mayor frecuencia en ella durante las tres épocas.
Durante sus diez años de vida ininterrumpida, sus páginas se ilustraron con viñetas de artistas reconocidos. Las portadas de la primera y de la tercera época fueron diseñadas por Pedro Friedeberg, y las de la segunda corrieron a cargo de Elsa de Llarena
REDACTORES Y PROPIETARIOS: Manuel Gutiérrez Nájera y Carlos Díaz Dufoo
SECRETARIO DE REDACCIÓN: Luis. G. Urbina
ADMINISTRADOR: Lázaro Pavía
DOMICILIO:
PERIODICIDAD: semanal
Oficialmente, la publicación se conocía como "El Domingo de El Partido Liberal”, ya que, desde sus inicios, el 6 de mayo de 1894, la revista fue auspiciada como edición dominical por el periódico El Partido Liberal (1885-1896), cuyo director era Apolinar Castillo y en el cual Manuel Gutiérrez Nájera ("El Duque Job") prestaba sus servicios como jefe de redacción.
El título de la revista podría derivar de varias causas. Quizá se trate de una referencia a la Revue Bleu, que se editaba en París. Puede ser una respuesta a la frase "L´art c´est l´azur", de Hugo, citada por Valera en su "Carta-Prólogo" al Azul... de Darío (aunque se dice también que el título del libro de Darío fue el que realmente influyó en la elección del nombre de la publicación). Además, el propio Gutiérrez Nájera había llamado a una de sus composiciones "Del libro azul" (1880). Otra posibilidad es que el título fuera un manifiesto, en la medida en que ese color es un elemento fundamental para los simbolistas.
En los anuncios previos a la aparición de la revista, el periódico El Partido Liberal señala que la publicación contendrá producciones selectas de escritores nacionales y extranjeros y se publicará una vez por semana el día domingo. Los redactores exponen los principios de la revista en los artículos titulados "Al pie de la escalera", "El bautismo de la Revista Azul" (escritos por Gutiérrez Nájera), "Azul pálido", "El fundador de la Revista Azul" y "Un año" (redactados por Díaz Dufoo, quien también utilizaba el pseudónimo "Petit Bleu"). De ellos se deduce que la publicación no deseaba responder a un proyecto fijo, predeterminado, y que entre sus propósitos estaba incluir comentarios sobre libros provenientes de Europa, de los cuales se editarían fragmentos.
Generalmente, cada una de las entregas de la revista se abría con un artículo, cuento, ensayo o crónica principal a cargo de Gutiérrez Nájera; le seguían dos o tres colaboraciones de escritores diversos, un artículo de Díaz Dufoo, alguna sección eventual, otras colaboraciones, y cerraba con la sección fija: "Azul Pálido", de Díaz Dufoo, en la que se daban noticias sobre libros, eventos sociales y culturales, críticas de teatro. Un relato de Ángel del Campo (Micrós) ocupó la sección titulada "Cartones", que apareció de forma casi regular y hacia fines de 1986 llegó a ocupar la primera página. Por su parte, Luis G. Urbina -quien también utilizaba el seudónimo de "Daniel Eyssette"- publicó en la sección titulada "Caprichos". Otras secciones de la revista fueron "Páginas nuevas" y "Páginas olvidadas", que comenzaron a aparecer a partir de 1895 y duraron hasta el final de la revista.
En la entrega del 10 de febrero de 1895, la publicación lleva una cinta negra en la portada y otra en la última página debido a la muerte de Gutiérrez Nájera. Después de esta fecha, Díaz Dufoo sigue incluyendo textos de Gutiérrez Nájera en las primeras páginas y en algunas ocasiones también aparecen en la portada. En 1896, la revista dedica un número al aniversario de la muerte de su director.
Tras el deceso de Gutiérrez Nájera, Castillo y Díaz Dufoo continuaron con la publicación como una forma de mantener vivo el recuerdo de su director. La última entrega aparece en octubre de 1896, debido a la desaparición del periódico que la sustentaba, que será sustituido por El Imparcial (1896-1914).
En las páginas de la Revista Azul publicó la mayoría de los escritores del Modernismo*. En ella también se dio un especial interés a la publicación de textos de escritores españoles y franceses, particularmente de los simbolistas y parnasianos.
En 1968, el Centro de Estudios Literarios del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) publicó el Índice de la Revista Azul (1894-1896) y Estudio Preliminar, producto de las investigaciones realizadas en 1965 por Ana Elena Díaz Alejo y Ernesto Prado Velázquez. Estos trabajos se verían completados con la edición facsimilar de la Revista Azul, que la Dirección de Literatura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)* y la Coordinación de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)* realizaron en 1988 y que incluye, además, un estudio introductorio sobre la revista, realizado por Jorge von Ziegler.
En sus escasos dos años de vida, la Revista Azul tuvo una importante repercusión tanto en la vida nacional como en el extranjero. Es la antecesora de la publicación con la que cierra el Siglo XIX mexicano: la Revista Moderna*. En 1907, Manuel Caballero lanza al público la Segunda época de la Revista azul, cuyos resultados y fama no se parecerán a los de su antecesora (Véase Polémica: Revista Azul*)
REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE YUCATAN
REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE YUCATAN
DIRECTOR: Conrado Menéndez Díaz
CONSEJO EDITORIAL: Jaime Orosa Díaz, Conrado Menéndez Díaz y Renán Irigoyen Rosado
DOMICILIO: Departamento de publicidad de la Universidad de Yucatán. Calle 60 con 57. Apartado postal 415. Mérida, Yucatán
PERIODICIDAD: bimestral
Con ilustraciones
El primer número, aparecido en enero-febrero, se abre con un texto titulado "Nuestros propósitos", donde se explica que la revista prosigue sin solución de continuidad la obra realizada por el Boletín de la Universidad Nacional del Sureste y por la revista Orbe, que fue el órgano de la Universidad de Yucatán de 1937 a 1939, con periodicidad trimestral. Estuvo primero bajo la dirección de Jaime Orosa Díaz, y luego, de 1942 a 1958, de Conrado Menéndez Díaz.
De formato ligeramente más pequeño que Orbe (medio oficio), la Revista de la Universidad de Yucatán pretende ser, como lo indica su título, vocero oficial y cultural de la Universidad y destacar como exponente de los valores históricos de Yucatán, de su tradición cultural, aspiraciones y problemas contemporáneos. Luego de los propósitos aparece un texto de Ermilo Abreu Gómez sobre la prosa castellana.
En las portadas aparece la efigie de alguna reconocida personalidad de la cultura, y al final de cada número se incluyen dos secciones informativas: "Libros y revistas" y "Vida universitaria". Posteriormente, la revista se volverá trimestral, y llegó a publicar separatas de trabajos aparecidos en ella. El consejo editorial estuvo integrado al final por Jaime Barrera Aguilar, Renán Irigoyen, Rodolfo Ruz Menéndez, Arturo Menéndez Paz y el propio director.
En el número de octubre-noviembre-diciembre de 1984 aparece una carta de Jaime H. Barrera Aguilar, director general de difusión y comunicación de la Universidad, dirigida al suscriptor, donde aclara que la revista es editada bajo la responsabilidad de esa dirección y afirma que en sus veintitrés años de vida, este órgano de difusión ha llevado el mensaje de cultura de Yucatán a las universidades, bibliotecas, museos y en general, a organismos consagrados a actividades culturales, de todos los ámbitos de México, así como de los Estados Unidos y de países de Centro y Sudamérica, Europa y Asia. Al siguiente número, se convertirá en Revista de la Universidad Autónoma de Yucatán, “órgano de divulgación general de la universidad Autónoma de Yucatán”.
El nuevo director es el Q. F. Felipe Escalante Ruz; el domicilio, la Dirección General de Difusión y Comunicación de la Universidad de Yucatán (Calle 64 no. 411 x 47-A y 49. C.P. 97000. Apartado Postal no. 201). La periodicidad es trimestral. Esta nueva época continúa la numeración de la anterior y se inicia con el número 153. Hay también un aumento en su tamaño y una mayor definición en sus secciones, que varían de número en número, pero conservan su carácter monográfico.
Algunas de las secciones que ha tenido la revista son: "Historia", "Educación", "Cuento", "Literatura", "Ensayo", "Lingüística" y "Foro universitario". Las secciones fijas "Vida universitaria" y "Libros y revistas" son herederas de la época anterior y contienen material informativo
REVISTA DE LITERATURA MEXICANA
REVISTA DE LITERATURA MEXICANA
DIRECTOR: Antonio Castro Leal
DOMICILIO:
PERIODICIDAD: trimestral
El propósito de esta revista, que duró escasos dos números, fue la publicación de textos dedicados exclusivamente a la literatura mexicana tanto antigua como moderna. Se distingue de otras revistas porque no fue un órgano de un grupo ni pretendía introducir a las letras mexicanas ninguna modalidad o innovación literaria; su objetivo era divulgar textos desconocidos y publicar y promover la investigación seria de obras y autores nacionales. Su labor fue editar y dar a conocer la actividad erudita y académica de su época, para lo cual no sólo brindó apoyo editorial a investigadores y estudiosos de la literatura, sino que también incluyó entre sus páginas una revisión exhaustiva de publicaciones del momento, la cual generalmente ocupaba la sección titulada "Reseñas Bibliográficas". También mantuvo otras dos secciones fijas: "Textos", en la que se publicaban poemas, relatos y ficción; y "Notas y documentos" (que incluía, entre otras cosas, manuscritos). En sus páginas colaboraron prestigiados investigadores, intelectuales y escritores de la época
[El semanario nacional (1910- )]
FUNDADOR: Luis Manuel Rojas
SECRETARIOS DE REDACCIÓN: María Luisa Ross y José Luis Velasco
DOMICILIO: 3a. calle de Colón, México, D.F.
PERIODICIDAD: semanal
Con ilustraciones
En la primera década de este siglo, en Guadalajara, un grupo de escritores, entre los que se contaban José Luis Velasco y Luis Manuel Rojas, decidió crear un órgano de difusión que satisficiera a cualquier tipo de lector. A principios de 1909, Rojas viaja a México con la intención de encontrar patrocinio a su proyecto.
Revista de Revistas aparece por primera vez en enero de 1910. Su propósito era convertirse en un semanario para todos los gustos e inclinaciones.
La publicación tuvo desde el principio de su larga vida dos características fundamentales: una extensísima publicidad y un formato con caracteres grandes. En sus páginas se han efectuado cambios de diseño y de contenido a lo largo de más de ochenta años. Sin embargo, Revista de Revistas ha conservado más o menos fijas muchas de sus secciones. Es el caso de "Vida Social", "Notas curiosas", "Variedades", "Página literaria", "Pequeñas novelas", "Para los hombres del campo", "Deportes", "Libros", "Lingüística" y "Página humorística". Además, aparecieron, a lo largo de décadas, traducciones del inglés y del francés de cuentos, poemas y ensayos sobre arte, ciencia, vida social e historia mundial. Algunas publicaciones extranjeras mandaban sus artículos específicamente para Revista de Revistas, lo que enfatizó su carácter misceláneo.
Presentó gran cantidad de suplementos gráficos. Las fotografías, a partir de 1920, fueron en colores. Asimismo, contaba con una sección en la que se publicaban partituras de compositores reconocidos.
La revista cambió de domicilio en varias ocasiones, hasta establecerse en su local actual: Bucareli 17, centro, ciudad de México. Es importante mencionar que la respuesta que tuvo por parte del lector en México fue tan buena que, a partir de ella, se creó Excélsior.
Entre los muchos directores de la revista destacan Rafael Alducin, José de J. Núñez y Domínguez, Manuel Horta, Manuel Barragán, R. A. Sosa Ferreyro y Vicente Leñero
REVISTA MEXICANA DE CULTURA
REVISTA MEXICANA DE CULTURA
REVISTA MEXICANA DE LITERATURA
REVISTA MEXICANA DE LITERATURA
DIRECTORES FUNDADORES: Carlos Fuentes y Emmanuel Carballo
COMITÉ DE COLABORACIÓN: Antonio Alatorre, Carlos Blanco Aguinaga, Archibaldo Burns, Manuel Calvillo, Alí Chumacero, José Miguel García Ascot, José Luis Martínez, Marco Antonio Montes de Oca, Jorge Portilla, Juan Rulfo y Ramón Xirau
GERENTE: Emilio Obregón
DOMICILIO: Avenida Juárez 30, México, D.F.
PERIODICIDAD: mensual
Con ilustraciones
La revista, cuyo primer número apareció en septiembre-octubre de 1956, incluye entre sus páginas cuentos, ensayos, poemas, fragmentos de novelas, crítica, reseñas de libros y noticias culturales. Fue fundada por Carlos Fuentes y Emmanuel Carballo para ser un medio de difusión cultural abierto a las manifestaciones literarias internacionales, como una forma de contrarrestar la entonces creciente tendencia de la cultura mexicana hacia el nacionalismo. El nombre de la revista resulta, pues, significativo en la medida en que establece una clara oposición respecto de los propósitos de la Revista de Literatura Mexicana*, de Antonio Castro Leal, eminentemente nacionalista.
Poco tiempo después de su fundación, en 1958, los primeros directores de la Revista Mexicana de Literatura la abandonaron en razón de otros intereses, y la dejaron a cargo de Antonio Alatorre y Tomás Segovia, quienes sustentaron la fama e importancia que la publicación alcanzó en los años siguientes. Este cambio de directores marca la "nueva época" de la revista y trae consigo modificaciones en el comité de colaboradores, ahora integrado por Rubén Bonifaz Nuño, Rosario Castellanos, Augusto Monterroso, Ernesto Mejía Sánchez, Jorge Portilla, Emma Susana Speratti Piñero, Luis Villoro y Ramón Xirau. Antes de finalizar la década de los cincuenta, Antonio Alatorre viaja al extranjero y cede su lugar a Juan García Ponce, quien durante dos años compartirá con Tomás Segovia el cargo de director de la publicación, hasta 1962, cuando Tomás Segovia queda como único director y Juan García Ponce pasa a integrar un nuevo Consejo de redacción de la revista, junto con los escritores José de la Colina, Isabel Fraire, Jorge Ibargüengoitia y Juan Vicente Melo. El cambio en la dirección también trae consigo el ingreso de Rita Murúa como responsable de la publicidad y de la administración. A partir de 1963 y hasta 1965, año de cierre de la publicación, Juan García Ponce ocupa el cargo de director, debido a que Tomás Segovia viaja al extranjero, pero este último continúa en la revista como colaborador y como miembro del Consejo de redacción, al que también se le irán sumando los nombres de Jomi García Ascot, Rita Murúa, Federico Álvarez, Huberto Batis, José Emilio Pacheco y Alberto Dallal. Algunos de estos escritores también formaron parte de la Generación del Medio Siglo* y colaboraron en otras publicaciones como Cuadernos del viento*, Estaciones*, Universidad de México*, Bellas Artes*, México en la Cultura* (suplemento cultural del periódico Novedades), La Cultura en México* (suplemento cultural de la revista Siempre!) y La Palabra y el Hombre*.
La política editorial de la revista consistía en ser un medio de expresión y difusión de la literatura tanto nacional como extranjera; esta política se mantiene durante la "nueva época" y hasta el final de la revista, pero con el ingreso de Juan García Ponce y Tomás Segovia a la dirección se hace hincapié en que el requisito fundamental para la publicación de textos en ella sea la calidad literaria de los materiales, ya fuera de jóvenes o de escritores "consagrados". Asimismo, en general, la revista rechaza toda actitud nacionalista, chauvinista, en favor de un cosmopolitismo y un universalismo que concibe a la literatura como un quehacer sin fronteras ni nacionalidades. Entre sus características destaca, además de la difusión y traducción de textos de escritores extranjeros poco leídos o incluso desconocidos para las letras mexicanas, la preocupación de sus miembros por ejercer una labor realmente crítica hacia la cultura y la literatura en particular, labor que pudo llevarse a cabo debido a que sus colaboradores no sólo eran creadores, sino también conocedores y críticos de distintos campos del quehacer cultural: artes plásticas, danza, teatro, cine y música.
Aunque en cada entrega generalmente se combinaban ensayos, poesía, ficción y crítica, en algunos números (generalmente monográficos), la poesía tiene un peso mayor, como es el caso de los números dedicados a poetas y a "nuevos" escritores mexicanos, a Pavese, a Borges, el homenaje a Luis Cernuda, o las entregas sobre autores argentinos y norteamericanos. En algunos números también se trataron temas específicos, como la literatura erótica o las relaciones entre literatura y sociedad.
Durante sus inicios, la revista también tuvo secciones fijas: en "Talón de Aquiles" (que sólo apareció durante la primera época), los editores criticaban y comentaban (a veces con una cierta ironía) las novedades y las noticias literarias; en 1956 esta sección se ve acompañada por "Aguja de navegar cultos", también dedicada a reseñas y a notas críticas, que aparecen firmadas por los respectivos colaboradores. A partir de 1957, estas dos secciones son sustituidas por "Actitudes" (que los directores e integrantes del Consejo de redacción de la "nueva época" conservaron hasta los últimos números), en la cual se publicaban cartas de los colaboradores, noticias e información sobre títulos recientes -fundamentalmente literarios-, además de reseñas y críticas sobre cine, artes plásticas, teatro, literatura y música; cada una de estas colaboraciones aparece firmada por su autor -generalmente integrante del Consejo de redacción- o bien se rubrica con las iniciales del responsable. En 1959 se añade también la sección "La pajarera", de análisis y crítica textual
REDACTORES: Bernardo Couto Castillo, Ciro B. Ceballos, Rubén M. Campos, Alberto Leduc, Antenor Lezcano, Francisco M. de Olaguíbel, José Juan Tablada, Jesús Urueta y Jesús E. Valenzuela
DIRECTOR ARTÍSTICO: Julio Ruelas
DOMICILIO: Imprenta de Eduardo Dublán. Callejón de Cincuenta y siete, número 7, México, D.F.
PERIODICIDAD: quincenal
Con ilustraciones
Tanto esta publicación como su continuadora, la Revista Moderna de México*, pueden considerarse herederas en muchos aspectos de El renacimiento (1869), de Ignacio Manuel Altamirano y, más directamente, de la revista Azul*, de Gutiérrez Nájera. La Revista Moderna fue portavoz del Modernismo* en Hispanoamérica y una de las revistas más influyentes de finales del siglo XIX y principios del XX. Le confiere importancia al cultivo del "arte por el arte" y a la búsqueda de la belleza en todas sus formas. Sus fundadores consideraron que la expresión lírica modernista requería de un espacio definido y propio y no se adoptó ninguna postura política ni religiosa. A su vez, crearon un órgano de difusión de los literatos extranjeros y le otorgaron igual importancia a escritores mexicanos e hispanoamericanos, aunque se mostró siempre una gran atención hacia los poetas franceses e ingleses.
El primer número de la Revista Moderna literaria y artística, como reza su nombre completo, apareció el 1º de julio y se abre con los poemas "Hostias negras", de José Juan Tablada y "El arte", de Balbino Dávalos. En el segundo número el "director artístico" se convierte en "dibujante" y se incorpora el nombre de Rafael Delgado al grupo de redactores. A partir de este número, la revista se inicia con un dibujo de Julio Ruelas. Desde el número 3, Jesús E. Valenzuela aparece como director y la administración cambia de domicilio a la calle de Santa Clara 13. Cabe señalar que fue gracias a Valenzuela que la revista mantuvo estabilidad económica, aunque no fue su único mecenas. Jesús Luján contribuyó también a su mejoramiento.
En su sexto número, del 15 de octubre de 1898, aparece un texto de Valenzuela, quien dice que si bien Revista Moderna no pretende cubrir el vacío que existe en asuntos de letras en México, desea transformar las tendencias literarias y artísticas ya conocidas y caducas. También aclara que con esta revista se pretende crear un periódico capitalino para el pensamiento artístico.
En su primer año, la publicación llegó a ocho números. A partir del número 1, del Año II, la revista cambia de subtítulo a Revista Moderna. Arte y ciencia, y se vuelve de periodicidad mensual. Manuel José Othón se incorpora al grupo de redactores y hay un nuevo cambio de domicilio, ahora a la calle del Espíritu Santo 1-15. En 1902, el jefe de redacción es Jesús Urueta.
La Revista Moderna rompió tácitamente con la unión de literatura y sociedad que había adoptado su antecesora, la Revista Azul y sólo se involucró en hechos sociales en tanto aportaciones al hecho cultural o literario
REVISTA MODERNA DE MÉXICO
REVISTA MODERNA DE MÉXICO
DIRECTORES PROPIETARIOS: Jesús E. Valenzuela y Amado Nervo
CONSULTOR LITERARIO Y ARTÍSTICO: Jesús Urueta
DIBUJANTE: Julio Ruelas
DOMICILIO: Cordobanes 2, México, D.F.
PERIODICIDAD: mensual
Con ilustraciones
Esta revista mensual sobre política, ciencia y literatura es continuadora de la Revista Moderna* y representa un segundo esfuerzo, más duradero, de los fundadores y colaboradores iniciales por mantener este órgano del Modernismo* con vida dentro del ambiente literario. Al igual que en su primera época, la revista se sostuvo económicamente gracias al esfuerzo de Jesús E. Valenzuela, aunque ahora con una mayor participación de la publicidad. Esta segunda etapa perdió mucho del carácter literario que distinguió a la Revista Moderna y que heredó de ella el gusto por las traducciones, así como la preferencia por publicar textos de distintos géneros literarios. Si bien se percibe un tono más popular tanto en la forma de abordar los temas como en su presentación, la revista siguió siendo portavoz del Modernismo y se le siguió dando énfasis a la poesía francesa.
Aunque, a partir de 1905, las portadas anuncian la revista como su antecesora: Revista Moderna. Arte y ciencia, en el directorio del interior aparece como Revista Moderna de México. Las secciones de esta nueva versión son "Revista de revistas", que contiene comentarios sobre distintas revistas de México, Latinoamérica y Francia. Posteriormente aparecerán secciones como "Bibliografía", "Libros y revistas", "Revistas", "Folletín de «La Revista Moderna»" y "Libros nuevos".
Algunos números le darán énfasis a un tema o autor en particular. Así, el número de mayo de 1905 le dedica un espacio a Cervantes en conmemoración de los trescientos años de la publicación de la primera parte del Quijote. En julio del mismo año, número 1, del volumen V, se publica una extensa nota sobre "El nuevo ministro de Instrucción pública Don Justo Sierra"; el texto está firmado por Amado Nervo. Sobre el mismo tema aparece también un texto de Luis G. Urbina.
El número 6, del año 1906, contiene diversos textos sobre Manuel Gutiérrez Nájera. Ya en este año aparece Valenzuela como único director y Jesús Urueta como consultor artístico. Amado Nervo es "propietario" junto con Valenzuela. Posteriormente se incorpora Emilio Valenzuela como secretario de redacción. El primer número del volumen XI, de septiembre de 1908, consiste en un homenaje al dibujante Julio Ruelas. El siguiente número contiene un texto titulado "A nuestros lectores", donde se dice que la revista ofrece, a partir de ese mes, los "Estudios griegos", de Walter Pater, obra traducida al castellano por Pedro Henríquez Ureña para esta revista. El número de noviembre de 1910 hace énfasis en Rubén Darío y en su obra poética. En 1911 llega a aparecer un texto de Max Stiner dedicado al pensamiento de Nietzsche.
La revista publica su último número en julio de 1911, deseando que se restablezca la paz en el país y que la revista pueda renacer a una tercera etapa, cosa que nunca sucedió
[Órgano de la Juventud Universitaria de México. (1919)]
DIRECTORES: José Gorostiza y Enrique González Rojo
EDITOR: Febronio Ortega
DOMICILIO: Uruguay 41. México, D.F.
PERIODICIDAD: quincenal
Revista Nueva es la primera empresa editorial acometida directamente por integrantes del grupo que después llevó el nombre de Contemporáneos*. Era una revista experimental cuyo mérito consistió en haber sido creada por dos jóvenes que más tarde destacaron en las letras mexicanas: José Gorostiza y Enrique González Rojo, quienes iniciaron así sus aventuras con la publicación de una revista juvenil, que sólo tuvo dos números. El primero salió el 9 de junio de 1919 y el segundo el 25 de junio del mismo año.
La revista básicamente publicó poesía, pero también le dio importancia al cuento y al ensayo.
En el primer número, la información sobre el volumen se encuentra en la segunda de forros y no hay fecha ni número de la revista.
En el segundo número se presenta un Cuerpo de redacción integrado por Bernardo Águila, Raymundo Álvarez, Bernardo Ortiz de Montellano, Gil A. Rodríguez, Jaime Torres Bodet y Manuel Toussaint. Se anuncia la publicación quincenal de la nueva revista y se invita a los lectores a suscribirse hasta por un año. En la parte superior de la primera página aparece un cintillo que indica fecha y número.
Al final, se notificaba a los lectores la formación de un Nuevo Ateneo de la Juventud (véase Contemporáneos*), organizado por Jaime Torres Bodet, Bernardo Ortiz de Montellano y José Gorostiza. Este Ateneo no pasó a mayores y la revista que estaba concebida para funcionar como su órgano de difusión, la Revista Nueva, no tuvo más que dos números de vida
[Revista popular hispanoamericana. (1940-1941)]
SECRETARIOS DE REDACCIÓN: Miguel Prieto, Lorenzo Varela, José Herrera Petere, Antonio Sánchez Barbudo, Adolfo Sánchez Vázquez y Juan Rejano
DIRECTOR: Juan Rejano
DOMICILIO: Juárez 95. México, D.F.
PERIODICIDAD:
Con ilustraciones
El origen de la revista Romance guarda estrecha relación con la Guerra Civil Española (1936-1939), que producirá la llamada Literatura del Exilio Español*.
Dos amigos republicanos, Antonio Sánchez Barbudo y Lorenzo Varela, se propusieron, desde la península, fundar una revista ya establecidos en México como exiliados. La nota distintiva de la publicación sería recoger las expresiones del movimiento cultural hispanoamericano.
El primer número apareció a los cinco meses de iniciada la Segunda Guerra Mundial. La revista fue una de las primeras ediciones de la empresa Edición y Distribución Iberoamericana de Publicación (Ediapsa)*, fundada por Rafael Giménez Siles y Martín Luis Guzmán.
Romance fue de las primeras revistas que tuvieron corresponsales en Europa. En sus páginas se registraban eventos culturales y artísticos de París, Madrid y otras ciudades.
Cada uno de los números presentó secciones fijas, entre las que se encontraba la sección literaria, que generalmente se refería a textos del Siglo de Oro, aunque también figuraban poemas de reciente producción. En la sección de arte colaboraron José Clemente Orozco y José Guadalupe Posadas, entre otros. La sección “Los libros por dentro” contenía valiosas críticas de libros nacionales y extranjeros. También hubo un espacio dedicado a artículos científicos comentados.
La ruptura en la directiva ocurrió cuando Ediapsa quiso imponer como nuevo director a Martín Luis Guzmán, y tanto Antonio Sánchez Barbudo como Lorenzo Varela y los demás miembros decidieron abandonar la publicación
DIRECTORAS: Carmen Toscano y Emma Saro
SECRETARIAS DE REDACCIÓN: Carmen Toscano, María Ramona Rey, María del Carmen Millán, Pina Juárez Frausto, Ernestina de Champourcin y Emma Saro
DOMICILIO: Shakespeare 60, colonia Anzures, México, D.F.
PERIODICIDAD: trimestral
Con ilustraciones
Rueca surgió en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) durante la década de los cuarenta. La idea de fundar una revista de carácter femenino y una sociedad de literatura fue de Emma Saro y de Carmen Toscano, estudiantes de la carrera de Letras.
Julio Torri y Alfonso Reyes, entre otros maestros de la facultad, favorecieron con su experiencia y con sus recomendaciones los veinte números con los que contó la revista. Carmen Toscano reconoce la influencia del Ateneo de la Juventud* y de generaciones literarias posteriores. Algunos miembros del grupo de los Contemporáneos*, como Bernardo Ortiz de Montellano y otros poetas de la época, entre los que se contaron Ramón López Velarde, Enrique González Martínez, Francisco Monterde y Artemio de Valle Arizpe, dejaron su huella en Rueca.
El nombre original de la revista fue sugerido por Alfonso Reyes. Carmen Toscano opina que la rueca es un bello instrumento de poesía y no de esclavitud femenina.
Aunque no presenta declaración de principios, en sus páginas se percibe un marcado afán de difusión continental y una defensa activa de la Literatura escrita por mujeres*.
El domicilio cambió más tarde a Prado Norte 450, Lomas, ciudad de México. Las colaboraciones eran gratuitas. La entrega de la revista siempre fue puntual, y su presentación era de muy buena calidad. Aunque no presentó secciones definidas, al final de cada número aparecía un apartado denominado "Notas", que daba cuenta de las más recientes publicaciones literarias del momento.
La revista tuvo suscriptores en Estados Unidos y América Latina. Promovió un concurso anual de literatura. El premio era una rueca de plata grabada y montada en una base de madera, cortesía de alguna embajada. A cambio de esta ayuda, Rueca dedicaba un número completo a la literatura de ese país. El premio se entregó sólo dos veces: la primera, a Rafael Solana por su libro de cuentos La música por dentro, y la segunda, a Alí Chumacero por su libro de poesía Páramo de sueños.
Editorial Rueca, además de la revista, publicó dos libros de poemas de Concha Méndez: Poemas, sombras y sueños y Villancicos de Navidad.
El grupo de Rueca se disolvió por diferencias de intereses entre sus integrantes