José Juan Tablada no es lo que algunos creen. No es el mismo. Es otro… Muchos siguen viéndole a través de sus músicas de shamisén, a través de los milagros de sus cerezos en flor… Es un error juzgarlo de esa manera. Su corazón ya no sangra bajo el florido kimono…
A José Juan Tablada no hay que catalogarlo… Su espíritu no tiene sensibilidades de placas fotográficas. Para su retina interior, que sabe ver con miradas nuevas, todo es nuevo bajo el sol… Su espíritu tiene la supraconsciencia de renovarse siempre. Y no ha renovado únicamente su arte, también ha renovado su vida. Él mismo me ha confesado el porqué: “La vida es un arte…”.
Él sabe muy bien que somos pasajeros ineludibles del viaje inevitable y que hay que llegar sin lastre. Su vida va con esa suavidad lenta de los barcos sin lastre…
Mientras subíamos la escalinata que se desangraba en espirales bailables, le recordé su vida azuliverde. Él la fue acuareleando explicativamente hasta darle una tonalidad serena…
Para comprender a José Juan Tablada es necesario ser artista…
Al margen de su vida, ha ido ilustrando sus sensaciones con nuances múltiples, con caricias femeninas de pinceles, con rudezas de espátula, con esfuminos…
Para auscultarlo hay que verlo de otro modo. No hay que verlo como a los demás… Sus cejas subrayan demasiado sus miradas para poder penetrar más allá de sus pensamientos... Por eso parece impenetrable. Complicado…Hosco…
El error no está en él. Está en nosotros. Sabiendo descorrer el telón objetivo de sus cejas, se puede contemplar admirablemente el escenario subjetivo de su vida asequible, su vida de atracciones imantadas, su vida sencilla a pesar de haber transitado por los espacios y por la Quinta Avenida…
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José Juan Tablada viene de Nueva York. De esa ciudad que un día llegará a ser el eje de un nuevo sistema solar. Vive en Nueva York. Allá tiene su casa mexicana… Allá vive su vida tricolor estilizada…
No se ha ido para alejarse de nosotros. Al contrario, se ha ido para acercarse, para acercarnos a aquella vida de vórtice. Se ha ido para destruir ese prejuicio de que los mexicanos no podemos hacer nada, de que en Estados Unidos se nos desprecia, de que ¡muchas otras cosas!...
Los yankees —asegura— no son enemigos de los mexicanos. Los capitalistas yankees son enemigos de nuestros trabajadores, como son enemigos de los trabajadores yankees…
Para borrar la impresión errónea que tienen de nosotros, dio una conferencia en la Universidad de Columbia, otra en Nueva York. Su última conferencia fue esparcida a muchos países por medio de radio. Duró el tiempo máximo que puede durar una conferencia tan moderna.
Colabora en las revistas International Studio, Art Review, Shadowland y The Survey Graphic.
En International Review leí una síntesis exegética de su personalidad literaria, anunciando su primer artículo sobre nuestro arte pictórico. Llenará 11 páginas. Tendrá 22 ilustraciones. Cobrará 380 dólares…
José Juan Tablada es el literato más completo que tenemos. Su talento, su bagaje literario, su eclecticismo, no se puede [palabra ilegible].
Cualquier capital de la intelectualidad lo podría hacer su ciudadano sin meditar en los demás…
Digo que José Juan Tablada es el más completo de nuestros literatos porque no sabe únicamente de literatura. Pertenece a la “International Composers´ Guild”, una sociedad de pintores, músicos, literatos y artistas.
Esta sociedad funciona al mismo tiempo en Nueva York, en Berlín, en Petrogrado y Londres.
El nombre de José Juan Tablada se ha deletreado junto con el de los pintores Sondeikine [sic], Artzybasheff, Schubert, Remisoff, con el de los músicos Ravel, Stravinsky y Edgar Varèse.
Su poema “La Croix du Sud” fue musicalizado por el maestro Varèse y cantado por Nina Koshetz, en Berlín.
El éxito del poema fue transmitido inalámbricamente…
Hablando de música, de teatro —me dice—, nada hay tan interesante como el arte ruso. En Nueva York están de moda los rusos.
Nina Koshetz, en su casa de Riverside Drive, cantó el vaudeville ruso “Katinka”. Una música muy sencilla, un tema muy sencillo. Sin tema. Una monotonía subyugante. Es lo más nuevo que se ha hecho en teatro frívolo.
La sociedad que organiza estos conciertos es la misma de literatos, pintores y músicos. Se llama “La Chauve Souris”, porque uno de ellos fundó la sociedad…
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Cuando José Juan Tablada publique su libro La Feria, cuando lean sus poemas últimos, “La mujer despedazada”, etc., se esclarecerá su evolución intelectual, su evolución espiritual que empieza a recorrer el sendero de los heptaedros luminosos…